Pedro Ramos Martínez
Algún día volveremos a la bicicleta
Por supuesto me estoy refiriendo a la circulación en vías urbanas, especialmente en las grandes ciudades. Quién nos iba a decir que la solución a los problemas de la circulación por la ciudad, como atascos, pérdidas de tiempo, estrés, cabreos, contaminación, etc. serían las BICICLETAS.
Cuando en los años 60, 70 y 80 eran un medio de desplazamiento, natural de la época, solo teníamos ganas de perderlas de vista y entrar en el desarrollo y avance que nos ofrecía el automóvil.
Hoy, entre todos, hemos conseguido saturar las ciudades de automóviles, hasta el punto de no tener espacio donde dejarlos.
Tendremos que ir preparando a las generaciones venideras para que tomen conciencia de la importancia que supone LA CULTURA DE LA BICICLETA, para movernos por nuestras ciudades. En estos momentos de la actualidad circulatoria, la bicicleta está considerada por la inmensa mayoría de los conductores como un estorbo, así que con estas perspectivas, queda mucha labor por hacer, de cara a un futuro no muy lejano.
De momento, ya vemos cómo los gobernantes de algunas ciudades se preocupan por la construcción de carriles para bicicletas (por algo se empieza), así como también del alquiler de bicicletas.
Yo me pregunto ¿es que no podemos circular todos por la misma calzada? SÍ, si hubiera una cultura, es decir un respeto a los más débiles, LAS BICICLETAS.
Esto no es una utopía, pues vemos cómo en muchas ciudades del Norte de Europa comparten la calzada automóviles y bicicletas y no hay que hacer carriles específicos para ellas. A esto es a lo que yo le llamo CULTURA DE LA BICICLETA.
CONSEJO PERSONAL: Tú tienes la receta, la solución al tráfico es la bicicleta
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