“Gracias por el préstamo de la bici. Me ha ayudado un montón.
Confío poder devolverte el favor y espero que no te haya causado muchos
inconvenientes”. Hace un par de semanas me encontré esta foto en una
red social americana. Por lo visto, un tipo al que le habían robado la
bici dos días antes, se la encontró de vuelta donde fué robada, con esta
nota y un billete de 2 dólares clavados con una chincheta en el sillín.
Que te roben la bici, es una putada lo mires por donde lo mires. Es
incluso peor que el detalle de dejar la nota con una chincheta en el
sillín. Ladrón, la cinta adhesiva es mejor, no agujerea. Te lo digo para
la próxima, chaval. El hecho es que robar está mal. Muy mal. Pero robar
una bici no solo está mal, sino que no es ético. Y en esta vida, puedes
ser un ladrón y robar a los bancos, porque el Gobierno se lo va a
devolver todo, pero no se puede robar una bici. Robar a los bancos es
ético. Robar una bici no, no es nada ético. Mal. Muy mal.
Hace un par de años, Casey Neistat (facebook.com/cneistat) uno de mis
creativos favoritos, publicaba un video en el que hablaba de la ética a
la hora de robar un bici. Para él, una bici candada con aspecto de que
se usa cada día, es totalmente inmoral robarla. Al fin y al cabo es el
medio de transporte de una persona y dejarle/la sin ella, es un acto de
muy mala fe. Imaginaros la cara del tipo que colabora con el medio
ambiente, pedalea para estar en forma, ahorra dinero y se encuentra con
su candado roto y un vacío más grande que el que se hace en su corazón
en ese mismo instante. Mal, muy mal. Sin embargo, el bueno de Casey, con
su radial portátil argumentaba que robar una bici oxidada, con las
ruedas dobladas, sin pedales, cables y casi irrecuperable, era ético.
¿Porqué?. Porque una bici que ya ‘no tiene’ dueño, es digna de volver a
tener una segunda vida en manos de otro propietario. Robar, se había
convertido en un gesto ético, en el que ganabas espacio en la ciudad y
aportabas una bici más en movimiento y un hipotético coche menos. Etica
del robo. Mal, muy mal. Ética de uso social. Bien, muy bien.
(Pulsa para ver el vídeo)
El video, que se llamaba ‘La ética de robar una bici’, tuvo una
segunda parte aún más radical el pasado mes de febrero. En un video
realizado junto al periódico New York Times, en una sección de consejos y
concienciación ciudadana, Casey robaba su propia fixie varias veces y
explicaba métodos, herramientas, testigos y tiempo de ejecución. Serrar
un candado; 6 minutos, 19 testigos. Retorcer un candado barato en frente
de la comisaría con una uña de hierro de tamaño Toblerone de
aeropuerto; 2 minutos, 6 testigos. Hacer que su amigo Melik corte con
una cizalla una cadena enroscada a la bici; 4 minutos, 26 testigos.
Cortar con la radial, si con una radial, un enorme cierre en forma de U
en pleno Union Square a la una de la tarde: más de 9 minutos, cientos
de testigos y como colofón, una patrulla policial que le invita a que
deje el ‘arma’ en el suelo. De este modo tan gráfico y después de
explicar a los agentes el fin del auto-robo, cinco de los policías le
confesaron que nunca habían detenido a un ladrón de bicis.
(Pulsa para ver el video)
Si, así de triste. Las bicis son vehículos de segunda división
destinados a ser robados, independientemente de la moral del ladrón. A
día de hoy, lo de la ética es muy bonito en el papel, pero muy poco
práctico a la hora de evitar los robos. El ladrón que roba una bici, no
solo roba un objeto, sino que roba una herramienta facilitadora de
felicidad. Mira, que buena descripción me ha salido. Es como robar a un
niño, a un cojo, o aun ciego. No es ético. Mal, muy mal. Pero, al igual
que le pasaba a nuestro amigo Casey, la moral tiene un doble filo cuando
vemos como miles de bicis envejecen en nuestros barrios, como si de
barcos encallados se trataran. ¿Que hacemos en estos casos?. ¿Las
robamos y las ponemos de nuevo en funcionamiento, siempre sin ánimo de
lucro?. Sea como sea, con un fin ético o económico, un robo es un robo y
si lo haces y te pillan te detienen. Poco creo que le importe al
policia, que con ese trasto oxidado y mutilado vas a facilitar la vida
de otra persona… ¿Facilitadora de felicidad?. Eso es una bici imbécil,
calla y tira para comisaria…:)
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