Están condenados a entenderse, aunque hasta el momento las relaciones entre los peatones y los ciclistas no han resultado demasiado afables. Más bien parece existir un enfrentamiento tácito, no siempre comprensible, puesto que un elevado número de peatones se convierte en algún momento en ciclista, y, desde luego, todo usuario de bicicletas no tiene más remedio que ser peatón en una gran mayoría de situaciones.
Pero aun así, las relaciones no son especialmente fluidas y las quejas de los peatones contra los ciclistas son continuas, aunque también numerosos amantes de la bici se quejan por la invasión de paseantes en los escasos carriles para bicicletas con los que cuenta la ciudad, en las márgenes del río Carrión. Pero a pesar de todas estas discrepancias, el Ayuntamiento de Palencia está decidido a que ambas partes terminen entendiéndose, con el fin de que puedan compartir civilizadamente determinadas zonas de tránsito hasta ahora reservadas para los peatones.
Se trata de los carriles compartidos que se crearán en algunas aceras, y que se señalarán en el futuro con indicadores en los que pueden verse pintadas las siluetas de una persona y de una bicicleta sobre fondo azul.
Por el momento, el Consistorio quiere impulsar este sistema, a modo de experiencia piloto, en la avenida de Madrid, creando un carril bici por la acera derecha de esta vía (la contraria a la de la Fábrica de Armas). Este carril partirá del campus universitario de La Yutera, y después de salvar la gran rotonda de entrada a la ciudad discurre por toda la avenida de Madrid hasta alcanzar la plaza de Rabí Sem Tob, en donde cambiará de acera, para avanzar unos metros por la avenida de Valladolid y morir en la calle Labrador.
Hay quienes estiman que ésta puede ser la solución para que el carril bici pase por la Calle Mayor y por las aceras de otras muy transitadas avenidas, mientras que otros se oponen rotundamente. La experiencia de la avenida de Madrid ayudará a tomar esta decisión
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